Carolina Vivas Ferreira
Soy Teatrista egresada de la Escuela Nacional de Arte Dramático y la Universidad de Antioquia. Fui actriz del Teatro La Candelaria por diez años y en 1.991 fundo con Ignacio Rodríguez, Umbral Teatro, grupo de investigación/creación con el que he escrito y dirigido, Segundos, Filialidades, Cuando el zapatero remendón remienda sus zapatos…, Gallina y el otro, De peinetas que hablan y otras rarezas, Antes, Rumor y dirigido La ópera de tres centavos, Electra o la caída de las máscaras de Margarite Yourcenar, Días felices de Samuel Beckett y escrito entre otros textos, Donde se descomponen las colas de los burros, Vocinglería (Volcanes de sueño ligero), Los Martíres.
Mi obra fue estudiada por el maestro José Luis García Barrientos en su investigación sobre la dramaturgia en nuestro idioma y ha sido publicada en la Antología de Teatro colombiano de Paso de gato y la Tienda Teatral. Mi trabajo mereció la Medalla al mérito del Ministerio de Cultura 2016 y estímulos de IBERESCENA, IDARTES, Príncipe Klaus. En 2008 fundo Punto Cadeneta Punto Encuentro Iberoamericano de dramaturgia, proyecto de formación que ha que ha permitido a la dramaturgia colombiana, dialogar con la dramaturgia mundial.
Mi dramaturgia
Soy una mujer mestiza que ha dedicado su vida al teatro, la dramaturgia, la maternidad y la construcción de afectos en lo privado y en lo público, lo cual atraviesa mi experiencia artística y docente.
Con Umbral Teatro he asumido un trabajo de investigación/creación, que formula preguntas al oficio y al país. He querido con mi dramaturgia pensar el presente y nuestra historia, en la búsqueda de un teatro pertinente, inevitablemente dirigido a mis contemporáneos, a quienes he querido proponer nuevos lugares de mirada, sobre el tiempo que nos ha tocado compartir.
El alimento central de mi escritura ha sido la memoria, indagando en el testimonio, la crónica y el recuerdo como fuentes. Mi dramaturgia es en algunos casos total ficción, pero en otros se refiere a dolorosos sucesos acaecidos en Colombia, que exigen referirse a ellos encontrando las metáforas para hacerlo y teniendo el cuidado de dignificar a las víctimas, con la construcción de personajes tan dignos como ellas y cuya voz ha encontrado un lugar algunas de mis obras, que se encuentran en el Centro Nacional de Memoria Histórica, dado que, a juicio de los especialistas, estas son un aporte poético a la construcción del relato de la tragedia nacional.